La Mujer
Peruana
Para tener una definición exacta de la Mujer Peruana, comencemos por
conocer la etimología de la palabra Mujer (del latín mulier, -eris) es la persona del sexo femenino. Mujer también
remite a distinciones de género de carácter cultural y social que se le atribuyen así como a las
diferencias sexuales y biológicas de la hembra en la especie humana frente al macho. Mujer hace referencia a lo femenino y en el aspecto reivindicativo a la igualdad de
derechos defendida por el feminismo.
La
mujer ha realizado y realiza el esfuerzo o trabajo
reproductivo que permite
la supervivencia de individuos y sociedades. A lo largo de la historia y hasta
fechas recientes, con el objeto de garantizar la supervivencia social y en un
contexto de altísima mortalidad (tanto en tasa
bruta de mortalidad como
en mortalidad
infantil), ha sido necesario
mantener una muy alta natalidad (tanto en la tasa
bruta de natalidad como
en la tasa de
fecundidad) para
garantizar un reemplazo suficiente de las poblaciones.
La
mejora en la alimentación, la generalización de la higiene, la sanidad y la difusión de medicamentos han sido decisivos para el fuerte crecimiento de
la población
mundial que ha pasado de
los casi 1.000 millones en el año 1800 a más de 6.000 millones en el año 2000 y a 7.000 millones a finales de 2011. La necesidad de una alta reproducción ha dejado de ser uno de los tradicionales
problemas de las sociedades y por supuesto del mundo en su conjunto para
incluso convertirse, para algunos autores de corte neomalthusiano, como Paul R. Ehrlich, en un nuevo problema, la superpoblación.
La
reducción de la tasa
bruta de mortalidad es
característica de la denominada transición
demográfica así como una
fuerte reducción de las tasa de natalidad es característica de la segunda transición demográfica junto con cambios sociológicos que afectan básicamente al papel
tradicional de la mujer.
La Mujer Andina
La actividad de la mujer andina en la vida del campo
es básico para el desarrollo de su propia familia, como de su propia comunidad
a la que pertenece, dentro de las muchas actividades que desarrolla la mujer
andina se encuentran: el de vigilar el crecimiento y educación de sus hijos;
hacer labores de cocina, traslado de agua, lavandería, a su vez es pastora de
animales mayores y menores; cumple labores artesanales y sastrería, que implica
la fabricación prendas de vestir para su familia
y para la venta; es trabajadora agrícola y en ella
realiza grandes esfuerzos físicos: en la preparación de la tierra, siembra,
barbecho, cosecha, selección y conservación de semillas; así mismo es la
comerciante ambulante sea para venta o trueque; es jornalera u obrera; es
ayudante de trabajos comunales en las mismas condiciones que los hombres, pero
eso no es todo, ella es la que se encarga de transmitir de generación en
generación la costumbres ancestrales y como tal, es quien busca preservar las
costumbres, tradiciones y formas de
conservación ambiental; no podemos olvidar que la mujer es quien con mayor
insistencia pide por el bienestar de su familia, y de sus hijos mediante
diversos signos y símbolos que utiliza para comunicarse con Dios.
En suma, la jornada laboral de las mujeres andinas
inicia a las 5:00 horas de la mañana hasta las 21:00 horas, un promedio de 14
horas continúas y en los 365 días del año sin descanso, mucho menos al descanso
por feriados o vacaciones. Trabajan hasta el último día de su embarazo o hasta
el mismo momento del parto y en cualquier lugar de su actividad laboral, sin
ningún tipo de seguro de salud ni de accidente.
Aún dentro estos procesos discriminatorios, las
mujeres andinas son las que lideran una serie de acciones sociales y la
preservación de las diversas manifestaciones culturales y de programación de
rituales, tratamiento con la naturaleza, en las que se puede evidenciar con la
forma de accionar de estas mujeres, al momento de ver, tocar, escuchar y
expresarse de la naturaleza (madre tierra).
MUJER Y CULTURA.
El género femenino no ha crecido apartada de la
cultura en esta parte del territorio peruano, a lo largo de décadas, las
mujeres son quienes mejor han transmitido de generación en generación nuestras
tradiciones y costumbre, y no por ello ellas se han limitado a eso, ellas han
irrumpido en las manifestaciones culturales dentro de una sociedad que les
impone una ardua labor, es así que no solamente tenemos maestras, profesionales
y profesoras que sobresalen en la educación, si no también hay quienes expresan
poesía, canto, música, danza, pintura, escultura, teatro; y son quienes dentro
del cúmulo de sus experiencias muestran una cultura viva que hoy se expresa
bajo el trabajo de la artesanía textil.
Esta expresión cultural que irradia hoy la mujer, es
fruto de su participación social y política, ya que aun siendo olvidada y
postergada y pese a sus múltiples labores, ha logrado destacar como dirigentes
comunales, barriales, presidentas de diversas organizaciones, regidoras,
alcaldesas, y congresistas; desde tiempos inmemoriales, el rol de la mujer
siempre ha sido importante pero su desarrollo en estos tiempos la mujer de esta
parte del Perú no ha sido ajena al incesante cambio.
La nueva mujer peruana se
puede definir en Conservadoras y Modernas. Son distintas entre sí, pero ambas, están mucho
más empoderadas que antes. Ya no aparecen con la característica de
“recolectoras” sino que tienden a ser mucho más “cazadoras” que algunos
hombres.
Las Conservadoras: para ellas, su
centro de vida es el cuidado de los hijos y del hogar. Son tradicionales,
visten de manera sobria y usan maquillaje solo de forma mesurada. Sin embargo,
si bien creen que el marido es el jefe de familia, ellas se catalogan como “las
administradoras del hogar”. Gustan de las telenovelas y su pasatiempo preferido
es jugar con sus hijos. Están en todos los niveles socioeconómicos.
LA MUJER
PERUANA ES LA MÁS EMPRENDEDORA DE LA REGIÓN, SEGÚN UN ESTUDIO EL BID
En un estudio que realizó el Banco Interamericano
de Desarrollo en octubre último, halló que las peruanas en comparación con los
hombres, y a diferencia de otros países observados, tienen una mayor tasa de
emprendimiento
Una realidad que no sorprende a algunos: la mujer
peruana tiene una tasa de emprendimiento mayor a la del hombre, en contraste
con la mayoría de países de la región, según el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID).
La especialista en género y desarrollo de dicho
ente, Claudia Piras, dijo a Andina que en las microempresas y empresas de mayor
tamaño “la mujer tiene una mayor presencia que los hombres como empresaria”.
“En el Perú hay una mayor proporción de mujeres
emprendedoras o empresarias que hombres emprendedores, cuando en la región es
al revés”, manifestó. El indicador a favor de la mujer peruana es uno de los
hallazgos del estudio “Oportunidades y Barreras a la Mujer en América Latina”,
un análisis de empresas de distintos países de la región y de hogares, a fin de
diferenciar las empresas lideradas por mujeres y hombres y sus niveles de
rentabilidad.
MENORES VENTAS
En casi todos los países de la región, se halló que las empresas de mujeres son más pequeñas en ventas, dimensión y valor de los activos, en buena parte por los menores niveles de formación que tienen las mujeres en términos de “gestión empresarial y conocimiento financiero”.
En casi todos los países de la región, se halló que las empresas de mujeres son más pequeñas en ventas, dimensión y valor de los activos, en buena parte por los menores niveles de formación que tienen las mujeres en términos de “gestión empresarial y conocimiento financiero”.
Asimismo, y debido a las responsabilidades de las
mujeres en el cuidado del hogar y los hijos, estas empresarias buscan
flexibilidades en sus negocios que se traducen en un “costo en el número de
horas que dedican a la actividad empresarial”.
Otra barrera para las mujeres en el ámbito
empresarial, para hallar financiamiento, son las garantías que ofrecen,
generalmente de menor valor que las de los hombres.
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