El Perú fue el primer país
latinoamericano y el decimocuarto del mundo que estableció relaciones
diplomáticas con el Japón, mediante el tratado de paz, amistad, comercio y
navegación, el 21 de agosto de 1873, solo cinco años después de la restauración
meiji, hace 140 años.
De acuerdo con los registros
históricos, a raíz del incidente del
barco "maría luz", a fines de 1872 una delegación peruana encabezada
por el capitán Aurelio García y García partió rumbo a Japón y china, con el
objeto de establecer relaciones diplomáticas con ambos países. Y en marzo de
1873, la comitiva peruana fue recibida por el emperador mutsuhito en el salón
del trono en edo (Tokio).
Es así, que luego de muchas
conversaciones y debates se decidió firmar un tratado que estableciera las
bases permanentes para las relaciones entre ambos países, el que se firmó el 21 de agosto de 1873, entre el señor
Aurelio García y García, representante del Perú; y el señor soyeshima taneomi,
ministro de relaciones exteriores del Japón, al cual se le denominó: tratado de
paz, amistad, comercio y navegación.
Es así que el Perú se
convirtió así en el primer país con el que Japón estableció relaciones
diplomáticas en américa latina.
Años después, en 1899 llegaron los primeros inmigrantes
japoneses a bordo del barco sakura maru. Los que trabajando en las haciendas de
la costa peruana, se fueron estableciendo en negocios como pulperías (bodegas
pequeñas), peluquerías, cafetines y fondas, pero lo importante es que sus hijos
y demás generaciones fueron progresando y se convirtieron en protagonistas de
actividades comerciales, empresariales y profesionales del país, contribuyendo
con el desarrollo del Perú.
Hoy conjuntamente con mis
colegas los congresistas: Kenji Fujimori, Ramón Kobashigawa y Gustavo Rondón
Fudinaga somos los descendientes de estos inmigrantes y con orgullo podemos
decir que gracias al esfuerzo, tesón, dedicación, trabajo, pero lo más importante, la
inculcación de valores, nos hemos constituido, aquí en el congreso de la
república, en representantes, además de nuestras regiones, de la colectividad
nikkei, teniendo el deber de cumplir nuestro rol con responsabilidad y
dedicación siguiendo el ejemplo de nuestros antepasados.
La colectividad nikkei se
mantuvo unida y organizada, es por eso que en el año 1917 se fundó la sociedad
central japonesa y en 1965 esta sociedad recibió del gobierno peruano un
terreno de 10 000 m2 en compensación por la expropiación de las escuelas
japonesas de lima, donde se construyó e inauguró en 1967 el centro cultural
peruano japonés.
Debo mencionar que en la
década de los 80 se inició la emigración de nikkeis peruanos al Japón
repitiéndose la historia en forma inversa a lo ocurrido hace más de cien años
con los inmigrantes japoneses, y hoy se calcula que de los casi 100 mil integrantes
de la comunidad peruano japonesa, 40 mil nikkeis se fueron a trabajar al Japón.
Es importante destacar que
al conmemorarse el 90 aniversario de la inmigración japonesa al Perú, el 3 de
abril de 1989 el gobierno del Perú promulgó un decreto ley que establecía esta
fecha como el "día de la amistad peruano japonesa". Y aquí en el
congreso de la república, con la iniciativa de la presidencia de la liga
parlamentaria de amistad Perú Japón, año tras año celebramos esta efemérides.
Cuando en el año 1999 se
celebró el centenario de la inmigración japonesa al Perú, tuvimos el gran honor
de contar con la visita de la princesa Sayako, que resaltó la importancia de
esta conmemoración
Quiero aprovechar esta
oportunidad para reseñar que en la década del 90 las relaciones económicas del
Perú con Japón se desarrollaron en forma creciente, así como el comercio y la
inversión con ese país,
La ayuda oficial del
gobierno japonés, se incrementó, por el hecho de que el Perú tuviera a un
presidente nikkei, por eso, durante el periodo del gobierno del ex presidente
Alberto Fujimori de 1990 al 2000 se vio un incremento sustantivo en estas
relaciones.
Las relaciones políticas
también se fortalecieron en esa década, sobre todo después del exitoso rescate
de los rehenes de la residencia del embajador japonés en lima en abril de 1997,
tomada por terroristas del mrta en diciembre de 1996. En esa oportunidad el
primer ministro señor Ryutaro Hashimoto visitó el Perú, siendo primera vez que
lo hacía un alto dignatario japonés.
El año pasado la cooperación
económica del Japón hacia el Perú ascendió a 6,600 millones de dólares, en
asistencia para proyectos de desarrollo, colocando al Perú como el mayor
receptor de la cooperación japonesa en américa latina. Principalmente teniendo
como eje la reducción de la pobreza, el ajuste de la brecha social y el arreglo
de las bases socioeconómicas, entre otros.
Actualmente Japón está
financiando varios proyectos; uno de los cuales apunta a brindar asistencia
para la construcción de infraestructura de renovación energética, otro es la
optimización del sistema de agua potable y alcantarillado, la sectorización y
rehabilitación de redes y actualización del catastro de lima norte – ii fase.
El siguiente proyecto es el desarrollo del sistema de gestión de residuos
sólidos en zonas prioritarias, también tenemos el desarrollo turístico de la
cuenca del río amazonas, y otros proyectos como el programa de infraestructura
de riego en la sierra y al programa de agua potable y saneamiento para la
Amazonía rural, cuyos créditos reembolsables fueron aprobados en febrero
pasado.
Además tenemos la
cooperación financiera no reembolsable como la donación general que ha
permitido la construcción del centro de rehabilitación física en chorrillos, el
puente internacional en macará, así como los múltiples proyectos del programa
de asistencia para proyectos comunitarios, las donaciones, culturales y la
cooperación técnica que se da a través de expertos, voluntarios y cursos de
capacitación en Japón y en terceros países.
Por todo este apoyo, en esta
oportunidad quiero expresar mi más sincero reconocimiento y el más profundo
agradecimiento por parte de la liga parlamentaria de amistad Perú Japón y de
todos los compatriotas del Perú por la cooperación que siempre nos ha brindado
el Japón, país al que considero como si fuera mio, ya que yo, soy descendiente de
japoneses y como tal corre por mis venas sangre nipona, de lo cual me siento
orgullosa.
Consideramos al Japón un
gran amigo del Perú, por lo que hago mi más ferviente voto para que los lazos
de amistad entre nuestros países se estrechen cada día más, y estemos cada vez
más unidos.
Muchas Gracias.